Fausto Romero. La Costeña. (Carmen Robles). [Coronel Carmen Amelia Robles Ávila], sin fecha
Sin embargo, la cooperación entre las facciones seguía siendo limitada, ya que Zapata, Villa y Obregón desconfiaban de Carranza. El presidente estadounidense Woodrow Wilson también condenó el ascenso antidemocrático de Huerta al poder. Cuando la victoria de los ejércitos rebeldes parecía probable, Wilson usó un pretexto para intervenir mediante la ocupación de Veracruz en 1914. Esta ocupación alimentó el sentimiento anti-estadounidense en México en el momento en que los rebeldes se acercaban a la capital. En julio de 1914, Huerta dimitió y el ejército de Obregón ocupó Ciudad de México.
Por segunda vez parecía que la revolución había llegado a su fin, pero esta vez los vencedores estaban decididos a eliminar los vestigios del antiguo régimen. Mientras Madero había transigido con el porfirismo, los vencedores de 1914 no se hicieron tales ilusiones. Disolvieron el ejército federal, provocando la huida de muchas viejas élites, y propugnaron reformas en beneficio de campesinos y obreros, aunque el compromiso con estas reformas variaba entre los líderes.
Las tensiones entre las facciones revolucionarias no tardaron en aflorar. Zapata insistió en la reforma agraria como el fin central de la re
Fausto Romero. La Costeña. (Carmen Robles). [Coronel Carmen Amelia Robles Ávila], sin fecha
Sin embargo, la cooperación entre las facciones seguía siendo limitada, ya que Zapata, Villa y Obregón desconfiaban de Carranza. El presidente estadounidense Woodrow Wilson también condenó el ascenso antidemocrático de Huerta al poder. Cuando la victoria de los ejércitos rebeldes parecía probable, Wilson usó un pretexto para intervenir mediante la ocupación de Veracruz en 1914. Esta ocupación alimentó el sentimiento anti-estadounidense en México en el momento en que los rebeldes se acercaban a la capital. En julio de 1914, Huerta dimitió y el ejército de Obregón ocupó Ciudad de México.
Por segunda vez parecía que la revolución había llegado a su fin, pero esta vez los vencedores estaban decididos a eliminar los vestigios del antiguo régimen. Mientras Madero había transigido con el porfirismo, los vencedores de 1914 no se hicieron tales ilusiones. Disolvieron el ejército federal, provocando la huida de muchas viejas élites, y propugnaron reformas en beneficio de campesinos y obreros, aunque el compromiso con estas reformas variaba entre los líderes.
Las tensiones entre las facciones revolucionarias no tardaron en aflorar. Zapata insistió en la reforma agraria como el fin central de la revolución, una exigencia que Carranza, un hacendado, nunca aceptaría. Villa y Carranza se desconfiaban mutuamente y Villa amenazó a Obregón con ejecutarlo. El estado de Sonora sufrió una nueva guerra civil a finales de agosto debido a la desconfianza entre el gobernador José María Maytorena y los hombres
una exigencia que Carranza, un hacendado, nunca aceptaría. Villa y Carranza se desconfiaban mutuamente y Villa amenazó a Obregón con ejecutarlo. El estado de Sonora sufrió una nueva guerra civil a finales de agosto debido a la desconfianza entre el gobernador José María Maytorena y los hombres